Señor presidente: creo íntimamente que los dos diputados preopinantes no pueden estar convencidos de la fundamentación que han dado en cuanto al tema de la mora.
El hecho de haber dejado de lado el operativo Unitas no es argumento suficiente. Mucho menos lo constituye el hecho vinculado con la habitualidad de estos ejercicios. La circunstancia de que se hayan repetido anualmente debería haber sido el motivo para que nos anticipáramos a su discusión. Como sabíamos que se iban a reiterar, porque ya se venían haciendo, debíamos haber presentado el proyecto en el tiempo que exige la ley.
A fines de 2003, cuando se planteó el tema vinculado con la presencia de marines en la provincia de
Entre Ríos, la cuestión de las inmunidades y demás, recuerdo que ya en la actual gestión de gobierno hubo una reunión conjunta donde estuvieron presentes el entonces canciller Bielsa y el ex ministro de Defensa, José Pampuro, quienes trataron de justificar la autorización por parte de la Cámara de ejercicios militares que ya se habían realizado. Es decir que las tropas ya habían entrado y salido, habían gozado de las inmunidades, y el Congreso todavía no había autorizado los ejercicios.
A partir de ese episodio límite se sancionó la ley 25.880, que reglamenta esta facultad del Congreso, cuyo artículo 5° obliga al Poder Ejecutivo a enviar al Congreso en la primera semana de marzo el proyecto sobre el plan anual para que a partir de dicha fecha se pueda comenzar a discutir acerca de los ejercicios militares que tendrán lugar entre septiembre de ese año y septiembre del año siguiente. Esta ley fue promulgada el 21 de abril de 2004, o sea que desde entonces el Poder Ejecutivo sabe perfectamente que en la primera semana de marzo tiene que enviar el plan anual para que el Congreso estudie la conveniencia de los ejercicios que debe aprobar. En cambio, ayer a las 9 de la noche hemos recibido esta fotocopia, que está casi en blanco porque tiene tan poca tinta que casi no se ve, en este sobre de papel madera.
Sinceramente, creo que con lo que nos estamos ahorrando de café en las reuniones de comisión que debieran hacerse y no se hacen, sobre todo en la de Defensa, se podría cargar de tóner la fotocopiadora para que por lo menos sea legible lo que recibimos la noche anterior a la jornada en que debemos aprobar un plan anual de quince ejercicios de las fuerzas armadas. Ya tuvimos la misión aérea a Brasil, el envío de tropas a Haití y ahora este nuevo proyecto, que es tratado sobre tablas.
Es cierto que hemos ganado un poco de tiempo porque antes se autorizaba la entrada y salida de las tropas después de que éstas habían entrado y salido, mientras que ahora el 30 de agosto, con un proyecto ingresado el día anterior, estamos autorizando ejercicios militares que van a tener lugar a partir de la primera quincena de septiembre. O sea que por lo menos nos estamos expidiendo 48 horas antes de la realización del ejercicio.
El otro problema tiene que ver no sólo con lo procesal sino con el contenido, porque si se hubiera enviado a tiempo este proyecto, con calidad institucional -un tema que estuvo presente en toda la jornada de hoy- hubiéramos tenido más eficacia a la hora de analizar estas cuestiones porque podríamos haber discutido el contenido.
Nosotros hubiéramos aprobado sin problemas catorce de los quince ejercicios porque son maniobras bilaterales con países de la región. Es decir que de alguna manera se podría haber dado más fortaleza o unanimidad a la aprobación de algunos ejercicios. Pero también podríamos haber discutido el contenido del ejercicio que figura en el Anexo 8° porque es una maniobra de control del Canal de Panamá en conjunto con las fuerzas armadas americanas, y nosotros perfectamente podríamos haber discutido esto.
Es posible que a partir de la discusión apareciera gente experimentada y con fundamentos suficientes para que modificáramos nuestra opinión.
Se dice que este ejercicio "está enmarcado en la cooperación militar internacional", que "sirve para fortalecer la confianza mutua y la integración con las Armadas del continente" y -esta parte sí es verdad- para "mantener un nivel de adiestramiento".
En el marco situacional se dice: "El concepto rector de este ejercicio se basa en el cumplimiento de una hipotética misión de paz."
Fíjense que se dice: confianza mutua, cooperación militar e integración en el marco de las misiones de paz con las fuerzas armadas que pertenecen a un país que acaba de aprobar un presupuesto de defensa superior a los 500 billones de dólares.
Si algo pudiera explicar una posible crisis o estancamiento del proceso de crecimiento de la economía mundial es el déficit fiscal de los Estados Unidos. Sin embargo, 500 billones de dólares se acaban de aprobar en el presupuesto de defensa para el ejercicio 2006.
En el año 2005 el presupuesto militar de los Estados Unidos era superior a la suma de los presupuestos militares de los 21 países que le siguen en orden de importancia. En el 2006 el presupuesto militar de los Estados Unidos es superior a la suma de los 35 países que le siguen. Son todos los países desarrollados, está la ex Unión Soviética, China, Canadá y el resto de esos países.
Esta asignación presupuestaria es para destinar al conjunto del planeta más personal militar que personal diplomático.
El Comando Sur de los Estados Unidos, con el cual se debería hacer este ejercicio conjunto en el marco de la cooperación y de las misiones de paz, tiene destinados en el territorio de América Latina más personal militar en las misiones militares que personal diplomático tiene asignado el Departamento de Estado en las embajadas y misiones diplomáticas.
Actualmente el Pentágono y el Departamento de Estado están discutiendo la posibilid0ad de que por primera vez un jefe militar comande las misiones diplomáticas en lugar de un diplomático.
Con esas fuerzas armadas tenemos una misión pendiente en el marco de "la cooperación, la integración y la confianza mutua". Por lo menos tendríamos que haberlo discutido.
Como decía antes, la única verdad es el adiestramiento: esto se hace para adiestrar tropas argentinas. El G7 acaba de discutir la cuestión energética como central. Los gasoductos y oleoductos de la ex Unión Soviética que cruzan Uzbekistán, Turkmenistán, Kirkistan y otras ex repúblicas soviéticas, son los asentamientos de las principales bases militares de los Estados Unidos, que se acaba de convertir en una potencia asiática, no porque tenga control satelital sino porque tiene control territorial.
La primera base militar más numerosa está en Bagdad, y la segunda en Bogotá, Colombia, a kilómetros de Panamá, que nosotros tenemos que controlar en el ejercicio del Anexo 8. Por lo menos tendríamos que haberlo discutido con el debido tiempo.
Dado que deben tener allí el control militar, nos tienen que adiestrar para que controlemos la región. Tenemos que hacer un ejercicio militar con las fuerzas que están en Irak y con las que están en están en Guantánamo.
Nosotros no hubiéramos aprobado el Anexo VIII,
pero tal vez lo podríamos haber discutido, lo que podría haber mejorado la eficiencia, la comprensión y el apoyo de esta iniciativa.
No había necesidad de presentar el 29 de agosto un proyecto como si se tratara de un atropello. Humildemente, señalo a los señores diputados que éste es un claro ejemplo en el que la calidad institucional habría mejorado la eficiencia.
Por lo expuesto, vamos a votar en contra del proyecto. (Aplausos.)