La Voluntad del Pueblo


Lo más importante es que nuestros compatriotas, nuestras conciuidadanas y conciudadanos, no sientan esta batalla como ajena.

Estamos avanzando, no digo que ya hayamos triunfado, pero sí hemos avanzado muchísimo en la centralidad del debate, en la calidad de los temas que estamos discutiendo, en discutir el poder, en haber desenmascarado a los que durante décadas nos hicieron creer que lo que gobernaba era la política, cuando los que realmente nos gobernaban eran ellos. Ponían y sacaban presidentes, ponían  y sacaban ministros, digitaban lo que los gobiernos debían hacer, y si no, los volteaban.

Todo eso está en el candelero, esta en la superficie. Y no es un problema de otros, es un problema de todas y todos.

Clarín nos dijo como teníamos que pensar, nos fue convenciendo de que los ajustes eran justos, que los golpes no eran tan sangrientos, que no pasaba nada… Y gracias a eso, le abrimos el camino a los grandes grupos de poder, y así, las escuelas no tienen hoy todo lo que tendrían que tener, los hospitales tampoco… Estamos reconstruyéndolos, pero falta, cuesta, y vamos a avanzar mucho más, en la medida en que haya más gente involucrada en este compromiso.


El Periodista consulta sobre la marcha del pasado 8 de noviembre.

En la marcha no había una demanda unificada sino que cada cual hablaba desde sus propios intereses. Lo único común a todos era que no los representaba ningún dirigente político, y que todos tenían trabajo. No escuche uno solo que estuviera desocupado. Es decir, se planteaban demandas de más alta gama.

El hecho de que no estuvieran contenidos en una representación política no me pone contento, porque cuando no hay un proyecto sintetizado desde la política, lo pone el poder. Y si, por milagro, esos poderes conglomerados, concentrados, omnipotentes, tuvieran por milagro la posibilidad de volver a ejercer el gobierno, una de las medidas que tomarían rápidamente, es regresar al sistema financiero internacional, lo cual nos constaría otros 30 ó 40 años para volver a desendeudarnos.

Nosotros no podemos dejar de explicar estas cosas. Hoy tenemos problemas, desde luego. Pero hoy se trabaja para el tesoro nacional, para que eso se convierta en computadoras del plan CONECTAR, en nuevas Universidades públicas, en programas sociales, en incentivos para el mercado interno. No trabajamos para que el grueso del dinero se lo lleven los organismos financieros. ¿Podemos ser indiferentes a esto?

Y respecto del paro que está planeado para el 20 de noviembre: ¿es correcto hacer un paro a un gobierno que acaba de recuperar YPF, que recuperó el Banco Central para el sistema productivo, que acaba de ordenar a las aseguradoras que en lugar de poner toda la plata en los mercados financieros, la orienten a la inversión productiva para que haya más puestos de trabajo?

Yo no estoy diciendo  que no haya cosas que reclamar, que las hay, son entendibles y se pueden compartir. Lo que planteo es desde qué vereda las reclamo.

La pregunta que nos tenemos que hacer es quién le impone el proyecto a quién. ¿Se lo va a imponer una familia de clase media a Magnetto, o va a ser a la inversa?

Entonces, se trata de seguir machacando, para que nadie termine siendo idiota útil que le pone el cuerpo, y le da representación en la calle, a un proyecto que jamás va a tener que ver con sus intereses. Lo mismo sucede con los trabajadores de buena fe de la CTA, que todavía tienen a Víctor De Gennaro allá arriba…

La sociedad rural acaba de solidarizarse con el paro de mañana, y al ver a Michelli con Bioicatti, me  parece que se están equivocando.

Además, el día siguiente al 8 N fue igual que el día anterior, o el día siguiente. Porque el país funciona, porque estamos ante un gobierno que gobierna, que tiene mando político, que si quiere mañana poblar las calles la puebla con mucho más gente. Y, que, además, tiene control sobre las variables macroeconómicas, tiene los dólares que necesita para resistir a las corridas, tiene el superávit que necesita para que la inflación no se desmadre. Y, si bien ésta es un problema, que yo reconozco, pero que no se va a desmadrar como otras veces. Hoy se puede poner una placa roja en Crónica TV, como antes, diciendo que cada dos minutos aumenta el riesgo país, y, sin embargo, al país no le importa, porque hoy no dependemos de créditos sometidos a la tasa de interés internacional.

Periodista: ¿cómo imaginás el 8 D?

Como ha dicho el titular del AFSCA, Sabbatella, y como lo ha decidido la Presidenta, a la ley la imponen las mayorías y no los grupos. Hay una ley que dice que si alguien tiene 290 licencias, se tiene que desprender de 280. Esto no quiere decir expropiar, confiscar. Sino llamar a licitación, llamar a concurso, tasar, hacer la transferencia institucionalmente como corresponde, porque en esta etapa manda la voluntad del pueblo y no la voluntad de los grupos.