La agenda de los sueños

Buenas tardes a todas y todos. Un compromiso y una alegría poder estar acá, y seguramente vamos a recorrer otros lugares de La Plata.

La plena aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tiene que ver con que mande la Democracia y no grupos de poder. Este es el motivo principal de nuestra presencia, de nuestro compromiso, de lo que estamos haciendo en todo el país.

Pregunta el periodista respecto de la democratización de los medios.

Raimundi: lo digo con sinceridad, no lo digo despectivamente, sino reflexivamente. Cuando yo veo hoy la actitud de algunos radicales, me apena. Me apena que no se acuerden, o que les sean indiferentes algunos episodios importantes de la historia, ya que hoy estamos viendo cosas muy parecidas. Con la diferencia de  este es un gobierno fuerte, un gobierno que tiene una decisión a fondo y que moviliza a la sociedad, a diferencia de otros momentos. Lo que está haciendo la derecha hoy es lo mismo que hizo siempre, es de manual: crear clima de disgusto en la gente, de malestar; mentir, poner títulos-catástrofe, generar climas para las corridas de depósitos, corridas bancarias, denunciar corrupción con títulos-catástrofe.


Yo recuerdo que durante el proceso final del gobierno de Alfonsín, éste se niega a derogar el artículo 45 de la ley de la dictadura, que impedía que un diario tuviera un medio audiovisual. Y esto después lo obtiene Clarín en una de las dos primeras leyes marco que aprueba el menemismo, para la reforma del Estado. Clarín se toma venganza contra Alfonsín, enfatizando un episodio de corrupción que se titulaba “los pollos de Mazzorín”. A él, que era en aquel momento Secretario de Comercio, las proveedoras concentradas le aumentaban los precios, y por ello autorizó la compra de una partida en el exterior a precios más bajos. En realidad, era un caso de intervención del Estado en el proceso económico, pero lo asociaron con un hecho de corrupción, que, lógicamente, nunca se probó. Y Alfonsín terminó cayendo.

Cómo puede ser que algunos se prendan en estos climas de denuncia, que expresan el manual del golpismo, para distanciar a un gobierno popular de su pueblo. La diferencia es que esta vez se han encontrado con un gobierno que no se amedrenta frente a estas cosas, y, en lugar de atemorizarse y decirle a la gente que no salga tanto a la calle como lo hizo Alfonsín, y desactivar los mecanismos de participación, lo que hace es cosas como ésta, es decir, multiplica en todo el país los foros para que todo el mundo esté al tanto de lo que pasa.

Además, ha tenido una política económica sólida y de desendeudamiento, que le permite no verse afectado ante una eventual placa roja de Crónica, que genere alarmismo bancario o cambiario. Es decir, además de la movilización popular, hay una política económica de independencia. Estas son las razones por las cuales apoyamos este proceso histórico.

Me gustaría plantear que nos acordemos de lo que ha aumentado la calidad del debate en la sociedad, porque a veces uno como esta encima, no se da cuenta, pero miremos lo que debatía esta sociedad hace cuatro o cinco años, previo a que se iniciara todo este debate por la Ley de Medios. La Ley de Medios tiene un texto que dice cosas muy importantes, pero, a mi juicio, más importante aún es el contexto de debate público que se abrió a partir de su discusión.

“Manda un grupo o mandan las instituciones democráticas”, o “¡No nos damos cuenta de que hay jueces que están comprados por el poder!”, son denuncias que irritan al poder, y éste, en consecuencia, reacciona.

El periodista consulta respecto de lo bueno de los medios en manos del Estado, como el futbol para todos…

Raimundi: el poder ha tenido históricamente la habilidad de naturalizarnos cosas, que cuando el velo se descorre, nos damos cuenta de lo espantosas que eran. Por ejemplo, tomar como natural el ver la cámara fija en una tribuna, en lugar de ver el partido de fútbol. O hacernos creer que si distribuimos la titularidad patrimonial de los medios, el pueblo dejará de ver a sus ídolos. Los ídolos populares son del Pueblo, y no de una empresa.

La Ley, y la fecha del 7 de diciembre de 2012 tiene que ver con el saludable desmembramiento de los grandes monopolios desde el punto de vista patrimonial. Pero en nada se inmiscuye en los contenidos, salvo en lo que respecta, por ejemplo, a la protección de la infancia.

Además, se regionalizan las informaciones, para que, por ejemplo, un pueblo tenga la información climática de ese pueblo, y no de la Ciudad de Buenos Aires.

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En otro aspecto, son extraordinariamente buenas las medidas de control de cambio y de control de importaciones. Tal vez nos falte una mayor ofensiva para comunicar, debido a cómo comunican los grandes medios. Y como titulan: “escándalo en Brasil, porque le traban algunas importaciones”. Es decir, enuncian desde el lugar de la contraparte, cuando lo que tendrían que decir es: “después de décadas, Argentina decidió tener política industrial, y para ello tiene que administrar su comercio, saber qué se compra, qué se vende, cuándo, a quién… Como lo hacen todos los países, y en mayor proporción que la Argentina.

Con el control de cambio pasa algo similar: “se frenó el mercado inmobiliario porque en lugar de comprar y vender en dólares, ahora hay que comprar y vender en pesos”. Esto tiene que ver con la presión de los grupos que atesoran y fugan dólares. Pero, cuando se topan con un gobierno que sostiene su política en el tiempo, ese mercado tiene la obligación de habituarse a las nuevas reglas.

Hay que convencer a la clase media, que lo que hay que hacer es ahorrar en la moneda nacional, y, si a uno le sobra un pesito, ponerlo en un proyecto productivo. Por eso la Presidenta establece que los bancos deben destinar el 5% de su cartera de créditos a financiar la actividad de las pymes, dispone que las aseguradoras inviertan $ 7.000 millones en actividades productivas durante el primer semestre del año próximo. En el mismo sentido, la ley que aprobaremos la semana próxima, sobre cambios en la regulación del mercado de capitales, para que cualquier ciudadano o ciudadana pueda comprar acciones de las empresas productivas, y multiplicar, así, la acvididad del mercado interno.

Obviamente, los que están acostumbrados a que toda la vida especularon con dólares, y especularon con lo financiero y no con lo productivo, despotrican contra el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno. Y es porque su política afecta los intereses de aquellos grupos. Es lógico, cuando en un país los grandes grupos de poder están acostumbrados a dirigir, a llevarnos de las narices, y en un determinado momento ven afectados sus intereses, inmediatamente reaccionan, para imponer un proyecto distinto.

A este proceso hay que darle continuidad, profundizarlo, consolidarlo porque es un proyecto nacional y popular. Y por eso esta Ley de Medios, para que podamos discutir abiertamente todas estas cosas.

Dos puntos finales. Otra de las mentiras: “la plata de los jubilados”. Como si los pagos de las jubilaciones se hicieran exclusivamente con los aportes que recibe el ANSES. Esto era así cuando el sistema industrial era intensivo en mano de obra, y había una cantidad de cuatro a cinco aportantes por cada jubilado. Entonces si, se autoabastecía el sistema. Pero después de la revolución tecnológica, de la caída de los salarios, del trabajo informal, y además, como hoy, por una parte, ha envejecido la pirámide de población, y la expectativa de vida es más larga, hay más cantidad de gente adulta mayor, que la que había en otras épocas. Es decir, hay que pagar a más personas, durante un lapso más largo, con el aporte de menos trabajadores activos.

Qué quiero decir con esto: que es mentira que el dinero de las jubilaciones se pague con plata del ANSES; el dinero de las jubilaciones se paga con lo que recauda el tesoro nacional con la actividad económica. Al contar con dos movilidades jubilatorias por año, es decir, dos aumentos, uno cada seis meses a partir de la ley de movilidad jubilatoria, ese aumento depende de lo que haya  crecido el sistema productivo. Si el ANSES utiliza el dinero para estimular al mercado interno, para generar proyectos de inversión, para generar proyectos cooperativos, planes sociales, asignación universal, es decir, proyectos de inclusión, para que el sistema productivo crezca, eso permite que la movilidad jubilatoria sea mayor.

Entonces, es una mentira que el ANSES sea la plata de los jubilados. La plata de los jubilados es la que le aporta todo el mercado interno. Cuanto el ANSES más pueda hacer para que crezca el mercado interno, mejores van a ser los aumentos a los jubilados.

Históricamente, la derecha, la oligarquía, los grupos antipopulares, han asociado la militancia de los jóvenes con los sueños, y los sueños con la resistencia. Es decir, quien quisiera soñar, debía hacerlo desde la resistencia, siempre enfrentando al gobierno. Cuando se llegaba al gobierno, las cosas estaban planteadas de tal manera, la relación entre gobierno y poder era de tal subordinación de parte de aquel, que la gestión se asociaba con el posibilismo, con la claudicación, con el “no se puede”. “Llegamos al ministerio de salud, pero lo gobiernan los laboratorios”, “llegamos al ministerio de economía, pero lo gobiernan los grandes bancos”, “llegamos al COMFER, pero lo gobiernan los grupos mediáticos”,”llegamos al INDEC, pero las consultoras dejan un sobre y se llevan la información antes que el Estado”.

Hoy la diferencia es que los sueños se pueden llevar adelante desde la gestión; los jóvenes hoy participan, como la reunión de jóvenes que hubo hace poquito en Chapadmalal, como tantas otras, y desde allí empujan la agenda al gobierno, y hoy el gobierno no enfrenta a esa agenda de los sueños, sino que le abre el espacio para que se pueda desarrollar. A veces, te dice: mira, ahora no puedo, será mas adelante, conversémoslo, acomodémoslo, pero del rumbo, no cabe duda.

Sobre el paro del 20 de noviembre.

Mañana van a hacer un paro, pero estos muchachos se darán cuenta que alguna vez la historia los va a juzgar como los dirigentes sindicales que le hicieron un paro al gobierno que recuperó YPF. Hace cuatro meses recuperamos YPF, y recuperamos el Banco Central, y tenemos este debate sobre la Ley de Medios, y desmonopolizamos Papel Prensa, que era mantener el papel subsidiado para que el grupo se adueñara del mensaje, en nombre del poder, y no del pueblo. ¿Y estos tipos responden con un paro? No tiene nombre.

Pero lo bueno es que todas estas cosas las podemos debatir, reflexionar, analizar entre todos. Y, fundamentalmente, con mucha participación de los jóvenes. Muchas gracias.-