Señor presidente: no sé si este es el momento oportuno para plantear esta cuestión, o bien en otro tramo de la sesión. Me refiero al pedido de tratamiento sobre tablas hecho por el bloque del ARI, del proyecto del señor diputado Gorbacz, sobre interpelación a la ministra de Defensa.

Sr. Presidente (Balestrini).- La Presidencia informa que esa cuestión está incluida en primer término, una vez que efectuemos la votación.

 

Sr. Raimundi.- Señor presidente: de todas maneras, quisiera referirme exclusivamente a lo que acaba de decir el presidente de la Comisión de Defensa.

Sr. Presidente (Balestrini).- La Presidencia debe advertir a la Cámara que se están consumiendo los 30 minutos de la hora de preferencia.

Sr. Raimundi.- Voy a ser muy breve, señor presidente.
Lo único que quiero plantear es que una cosa es una reunión convocada con la ministra en el ámbito cerrado de la Comisión de Defensa en la que dé cuenta de las cuestiones técnicas y estratégicas de la política de defensa -admito que pueda ser una reunión de comisión- y otra cosa, que a mi entender sería lo mejor, es que concurra al recinto y no que la comisión se tenga que constituir en una dependencia militar.
Dejo la cuestión para el momento oportuno, pero nosotros hacemos un planteo teniendo en cuenta las repercusiones en la sociedad que tienen las cuestiones que van pasando bajo el área del Ministerio de Defensa. Eso implica un trabajo mucho más abierto, un trabajo de interpelación, con preguntas y respuestas sobre los problemas que aquejan a la sociedad, y no un estudio técnico de las estrategias de defensa, que son dos planos distintos.
Por lo tanto, tendríamos que pensar muy bien acerca de las características de esa reunión que acaba de mencionar el señor diputado, que se preveía en forma cerrada con la ministra en la comisión, y que nosotros pensamos que debe ser abierta a la sociedad.

Sr. Raimundi.- Señor presidente: solicito el tratamiento sobre tablas del proyecto contenido en el expediente 1.248-D.-07, cuyo autor -el señor diputado Gorbacz- muy gentilmente me ha cedido la posibilidad de fundamentar este pedido en mi condición de miembro de la Comisión de Defensa Nacional de esta Honorable Cámara.
En primer lugar deseo señalar que la iniciativa en cuestión guarda una línea de continuidad con un pedido de informes que bastamente fuera discutido en la Cámara. Si bien fue respondido -aunque parcialmente- y nosotros tomamos en consideración tales respuestas, existen suficientes hechos sobrevinientes que justifican esta solicitud de interpelación a la ministra de Defensa.
Esos hechos sobrevinientes tienen relación, no con una estrategia operacional de las fuerzas armadas, sino con la destrucción parcial del rompehielos Irizar, respecto de la cual existían antecedentes y advertencias en cuanto a la posibilidad de que, por falta de mantenimiento, ocurriera lo que pasó. Ese hecho tendrá consecuencias muy graves para las estrategias de monitoreo, supervisión y seguimiento de las misiones antárticas argentinas, en razón de los posibles plazos para la reparación del rompehielos.
Después tuvimos el trágico accidente de un avión Mirage; luego -hace no más de diez días hábiles-, la muy cercana probabilidad de colisión de dos aeronaves -un Boeing 737 y un jet de menor envergadura-, y hace cuarenta y ocho horas nos encontramos con una denuncia formulada por serias organizaciones vinculadas con la actividad de los pilotos y los controladores.
Por lo tanto, acá está en juego no sólo la planificación de la estrategia de defensa sino también la seguridad de la población argentina respecto de la aviación comercial y civil.
Además, debemos considerar que cuando este tema tomó estado público una vez más hace un año, el gobierno prácticamente salió al paso de las denuncias diciendo que el área de la seguridad aérea -en la órbita de las fuerzas armadas- sería transferida al ámbito del Ministerio de Planificación y, dentro de él, a la Secretaría de Transportes. Si bien fue firmado el correspondiente decreto, aún no ha sido implementado.
Nosotros contamos con muchos informes respecto de lo que ocurrió entre la decisión política de salir al paso de la sociedad mediante la firma del decreto, y su no implementación. Al día de hoy, el control de la seguridad aérea continúa en la órbita de la Fuerza Aérea y no -como corresponde- de la autoridad civil. Lo cierto es que no se han resuelto los problemas concretos, que no enumeraré porque los conoce todo el mundo. De cualquier manera, quiero agregar un punto.
Existe una serie de contradicciones y de idas y venidas: en una primera etapa, un contrato que costó una determinada cantidad de dinero; después se firmó otro con el INVAP por la mitad del valor original en pesos o dólares, y luego se derogó el decreto original del año 1996. Es decir que estas idas y venidas tornan absolutamente engorrosa la comprensión de este proceso, cuyo sujeto central es la sociedad y no exclusivamente los entendidos en defensa.
Por eso, es necesario que la ministra concurra al ámbito de la representación de la sociedad y no a una reunión cerrada en alguna dependencia militar, a la que probablemente no concurramos -en razón de llevarse a cabo en tales condiciones- reservándonos el derecho de opinar públicamente en caso de que la reunión mantenga esas características.

T.7
Almirón
Brizuela E.
Pero aquí hay otra cuestión que cabe destacar. La solicitud que formulan los controladores y los pilotos en el sentido de reprogramar los vuelos con una distancia de diez minutos, en lugar de cinco, como sucede en la actualidad, tiene vinculación con el funcionamiento manual desde el momento en que se produjo la caída de los radares y la falta de solución de esta cuestión. Porque cuando hace más de dos meses el radar se cayó por haber sido alcanzado por un rayo, la ministra de Defensa mencionó un plazo de sesenta días para resolver esto por la vía de la importación del radar español. A pesar de que ha transcurrido un lapso mayor no se solucionó el problema, se sigue trabajando manualmente y la sociedad continúa en riesgo.
Asimismo, cabe señalar que aquí hay un negocio de por medio. Afirmo esto porque las que son consultadas para ver si están de acuerdo con la reprogramación son las empresas aéreas y Aeropuertos Argentina 2000. Por eso pretendemos que la ministra informe en cuánto afectaría los intereses económicos de las empresas aéreas y de Aeropuertos Argentina 2000 la reprogramación de los vuelos.

Sra. Ginzburg.- ¿Me permite una interrupción, señor diputado, con la autorización de la Presidencia?

Sr. Raimundi.- No, señora diputada, porque dispongo de un tiempo muy breve para exponer.
Nosotros queremos saber en cuánto se ha incrementado la recaudación de Aeropuertos Argentina 2000 en concepto de estacionamiento. Sucede que si un usuario va a solicitar información respecto de la salida de un vuelo, por lo general le dicen que la situación es normal y que el vuelo saldrá en horario. Sin embargo, la realidad es que los pasajeros deben esperar entre tres y cinco horas la partida, y aunque a veces deben permanecer menos en el hall, se ven obligados a embarcar y a esperar más de una hora el despegue. Todo eso implica un negocio muy grande para la empresa de estacionamiento y los comercios, incluidos los cafés, que indudablemente incrementan la caja recaudadora de Aeropuertos Argentina 2000, a la que después consultan si le conviene o no la reprogramación. Por supuesto que su respuesta será negativa, porque sin la reprogramación este negocio sigue adelante.
Por otra parte, hay empresas que ya tienen vendidos los paquetes con los vuelos de conexión hacia los principales centros turísticos y se verían muy afectadas con la reprogramación. Esto significa que primero está el negocio y en segundo lugar la seguridad, la comodidad y la imagen del país en materia de aviación civil.
Por eso, para concluir, mis fundamentos para solicitar esta interpelación son los mismos que en 2004 presentó por escrito la actual ministra de Defensa cuando era diputada para argumentar el motivo por el cual el entonces ministro del rubro debía informar.